Entrada o Post publicado en
Enero del 2014 y editado y vuelto a publicar en Mayo del 1015. Las tiendas “Bon
Marché” de Paris. Su imitación en Buenos Aires. Retrato de Eduardo Sívori en su
última fotografía. Folios 316 y 317 del Libro de notas de la administración del
Bon Marché. Segunda publicación para incorporarse al Archivo Benavidez Bedoya y
a Casa natal Villa Rosa, un blog familiar en preparación.
Mi bisabuelo, Vicente Ferrer
Demaría (le agrego el segundo apellido porque el padre se llamaba igual, el
abuelo y el hijo también), fue Administrador de las Galerías Bon Marché,
Galerías Florida, Galerías del Ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico o las
Galerías Pacífico, como las quieran llamar, porque fueron bautizadas así a
través de los años. Eran de capitales ingleses. Mi bisabuelo las administró por
diez años, hasta que lo echaron por culpa de los artistas, pero antes los tuvo
que echar él a ellos.
Sívori fue funcionario de
Estímulo de Bellas Artes y Profesor de la academia, pero también Vice Director
del Museo y estuvo por todos lados en realidad. Pagaba el alquiler propio, dado
que vivía en el Bon Marché, era un hijo de padre acaudalado, nunca trabajó de
otra cosa que de pintor fundacional. Se llevaba muy bien con mi bisabuelo,
porque era el único que pagaba, la pintura “Las parvas” de su autoría que la
familia conserva, es seguramente un regalo de Sívori, o un pago por alquileres
impagos, de toda la estructura artística montada en el Bon Marché. No creo en
una compra directa porque Vicente Ferrer compraba cosas más caras y
prestigiosas en esa época, pintura europea de género, un Chaplin retratando a
Lucrecia Borgia, lamentablemente no compraba a los inquilinos morosos. El que
lo retrató a él y a su mujer Rosa Gay fue Parisi, quién dirigía la Colmena
artística, que agrupaba a los artistas de izquierda.
Documento fundacional del Museo
de Bellas Artes y de la Academia de Bellas Artes.
“Julio de 1902
Señor Carlos E. Zuberbulher.
Presidente de la Sociedad
Estímulo de Bellas Artes.
Presente.
Según lo que verbalmente le
manifesté en la última entrevista que tuvimos, vuelvo a poner en su
conocimiento de Ud. que la Sociedad que Ud. Dignamente preside adeuda a esta
administración dos meses vencidos de alquileres mas el gas de Junio y también
la luz eléctrica consumida en la sala calle Florida 777 que yo cedí a Ud. para
que el Estímulo de Bellas Artes repartiera sus premios.
Esta última cuenta fue ya
pagada por mi particularmente pues según contrato con la Compañía Alemana debe
pagarse la luz que se consume en el ex Teatro (se refiere al Teatro Edén) debe
pagarse al día siguiente de haberse ocupado el local.
Al mismo tiempo deseo poner
en conocimiento de Ud. que me es muy molesto la subida diaria de las niñas al
patio y letrina particular que tengo para mí uso exclusivo.
Cuando las autoricé a
dejarlas pasar fue entendido que sería únicamente para los casos urgentes o
apurados pero ahora resulta que todas las niñas se encuentran diariamente en
ese caso.
Dicho patio que tengo
reservado para la comodidad de mi familia se convierte de noche en reunión de
niñas que vienen a hacer tertulia a jugar y a descomponerme las llaves de la
luz eléctrica. Con este motivo días pasados encontré por la mañana todas las
luces de la azotea encendidas ocasionándome un desembolso extraordinario por
haber una de las niñas abierto la llave que luego olvidó de cerrar.
Como digo pues, esta cuestión
me ha traído muchos desagrados y como mi Señora volverá dentro de unos días de
Europa y deseando tener mi casa independiente, he pensado cerrar
definitivamente la entrada de comunicación.
No deseando perjudicarlo y
con el deseo de serle agradable ha resuelto en vista del gasto que hicieron en
la escalera cederles un pedazo donde pueden instalar un pequeño desagüe para el
uso exclusivo de las niñas.
Es entendido también que si
más adelante Bellas Artes tomara el Departamento alto y alquilara el Dep. 24
donde hay letrinas y demás comodidades, deberán devolvérmelo.
Esperando su contestación lo saluda
muy atentamente.
Vicente Ferrer.”
Carlos E. Zuberbulher, en
este caso Presidente de Estímulo iba a suceder a Schiaffino cuando el Ministro
Rómulo Naón lo echó de la Dirección del Museo de Bellas Artes en 1910, es
interesante la rotación en los cargos que hacían los artistas camanduleros: de
vice Presidente de una Sociedad a Presidente de otra, de vice Director a
Director Interino de la misma, de Comisario artístico a Director, entre el
Ateneo, Estímulo, la Academia y el Museo, hay una lógica a través de veinte
años. Siempre las mismas personas. Sívori, de la Cárcova, Ripamonte,
Schiaffino, Zuberbulher, etc. Durante años. No vendían nada, la poca obra de
estos fundadores de la Generación del ochenta, es debida a que no tenían de qué
vivir, el cambio de la denuncia social de Sin pan y sin trabajo de Ernesto de
la Cárcova, a las luminosas tardes tomando el té es porque nadie compraba temas
deprimentes.
Los artistas se volvieron
funcionarios, Directores, vice Directores, Profesores, Vocales, Presidentes, vice
Presidentes, Directores Interinos, Peritos en Arte, compradores por cuenta del
Estado de varios bodrios de Carriere y Fantin Latour y aciertos como Rodin.
Aunque el Monumento a Rodin fue muy discutido y una metida de pata de
Schiaffino en la época, hoy debería sacarse de ese lugar, pues allí estaba la
casa de Rosas, se lo podría reubicar en un sitio más importante, tal vez al
costado del actual Museo. Y no por un capricho histérico como lo están haciendo
con Colón, y lo digo para suturar heridas y no abrirlas, en su momento cuando
le plantaron encima de Rosas el monumento a Sarmiento hubo mucha bronca.
Enseñaban arte a las
señoritas porque era bien saber de arte. Vivían de las niñas, las jóvenes de
clase media y de clase alta que usaban sombrero y podían caminar por Florida,
las mujeres de la clase baja usaban pañuelo, no sombrero y no se les permitía
caminar por Florida (dato aportado por Jorge Sarrible). Por lo tanto todas las
niñas que acudieron a Estímulo de Bellas Artes luego transformado en Academia
Nacional de Bellas Artes y a los talleres de La Colmena Artística, eran
señoritas que llevaban sombrero, ninguna obrera fue a estudiar con la izquierda
de La Colmena artística. Y eran como ahora, las alumnas, de cada decena ocho
son preciosas niñas jóvenes, sexualmente muy experimentadas.
Las Niñas y las Letrinas.
Señor Director de la Academia
sus niñas no disponen de
letrinas
y usan la mía cada hora y
media
y ríen y cacarean como
gallinas.
Debe la Academia de Bellas
Artes
cuidar donde deponen las
niñas
sus cosas nefandas de esas
partes
tan pudendas que te
encariñas.
¡Qué sus niñas son mujeres¡
¡Qué sus reglas tapan caños¡
¡Qué besan si pagar pudieres¡
¡Qué no les importan los
años¡
¡Qué se suben a la azotea¡
¡Qué encienden las luces¡
¡Qué ya mi letrina gotea¡
¡Qué se me ponen de bruces¡
¡Qué sus niñas me seducen¡
¡Qué desnudas me sacuden¡
¡Qué me sacan mucho dinero¡
¡Y qué temo que me acusen
ante mi fiel esposa primero¡
Señor Director de la Academia
hágale a las niñas sus
letrinas,
la gente no tolera la bohemia
de las divertidas niñas
divinas.
Señor Director de la Academia
Sus niñas no disponen de
letrinas
Y usan la mía seis horas y
media
Y ríen y cacarean como
gallinas.
Informe histórico y verso rápido: Alfredo Benavidez
Bedoya.